Juan Carlos Díaz Lorenzo

Con la ayuda de la marea y varios remolcadores, el buque car carrier “Höegh Osaka” fue reflotado en la tarde de ayer y remolcado a las proximidades del puerto de Portsmouth. Ahora se trabaja en adrizarlo, pues presenta una escora de unos 45º sobre la banda de estribor, que fue como quedó varado en los arenales de Bramble Bank. Luego vendrá la evaluación de daños, que tienen su importancia, según han manifestado inspectores de Hoegh Autoliners y del UK Maritime & Coastguard Agency.

Leemos en la prensa inglesa que el buque fue deliberadamente varado, por decisión del capitán y el práctico, después de que se advirtieran problemas de estabilidad a la salida del puerto de Southampton. Ante la probabilidad de que pudiera volcar y hundirse en medio del canal, se tomó una decisión de emergencia, con el resultado que ya conocemos. De los 1.400 vehículos que se encuentran a bordo, unos 1.200 son Jaguar y Range Rover de alta gama, con un valor de mercado de unos 150 millones de dólares.  

Los trabajos de reflotamiento del buque «Höegh Osaka» concluyeron con éxito

Foto: Casey Sheargold / gcaptain.com

Juan Carlos Díaz Lorenzo

El buque frigorífico “Green Freezer” embarrancó en la noche del pasado miércoles en las proximidades de Faskrudsfjordur, en la costa oriental de Islandia. Quedó empotrado sobre unas rocas y escorado a la banda de estribor, muy cerca de la orilla. El Servicio de Guardacostas envió a un helicóptero para evaluar la situación, que parece provocada por una avería en la máquina. No se han producido vertidos y por el momento reina el buen tiempo, lo que puede favorecer el reflotamiento.

A bordo del “Green Freezer” se encuentran 17 tripulantes, sin novedad. La prensa islandesa informa que los armadores negocian el rescate y señala que la recompensa puede ascender a unos cien millones de dólares, el diez por ciento del valor del buque y de la carga que transporta. El barco, propiedad de Green Shipping AS y en servicio desde 1991, está abanderado en Bahamas y tiene un flete entre Rusia e Islandia. Este grupo naviero operó los buques «Green Bergen», ex «Bentago» y «Green Alesund», ex «Bencomo», adquiridos a Fred. Olsen & Co. y muy conocidos en los puertos canarios. 

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El buque «Green Freezer», en el estado en que se encuentra tras la varada

Foto: Rúnar Snær Reynisson / RUV.is

Juan Carlos Díaz Lorenzo

A las 09,55 h italiana comenzó la maniobra de salida del buque “Costa Concordia”, con una rotación de 90 grados hacia el Este y después se corregirá el rumbo hacia el Norte, para dirigirse hacia Génova, destino final de este viaje después de 30 meses de estancia forzosa en la costa de la isla de Giglio. Las condiciones meteorológicas son excelentes, por lo que se prevé que antes de mediodía el buque haya abandonado definitivamente la zona.

La expectación es máxima y se puede seguir en directo a través de los medios informativos italianos. Expectación y gran emoción, pues en la despedida suenan las campanas de las iglesias de la isla de Giglio, que ha sido coprotagonista de este destacado episodio. Dos remolcadores oceánicos de salvamento tiran a proa del pecio, a una velocidad estimada de dos nudos. La previsión es que en la noche del sábado lleguen a Génova y al día siguiente sea atracado en Voltri, donde se procederá a su desguace en los próximos dos años.

Los grandes cajones metálicos que lo sujetan permitirán el viaje final del buque

Finaliza el reflotamiento del buque «Costa Concordia» después de 30 meses de trabajo

Las comunicaciones marítimas regulares con la isla de Giglio permanecerán interrumpidas durante ocho horas. Cientos de personas, entre ellos muchos turistas atraídos por la novedad, presencian la espectacular maniobra, que pone punto final a una pesadilla que ha durado 30 meses y en la que la ingeniería naval y la ciencia relacionada con el salvamento marítimo han dado una lección magistral, que siempre será recordada. Antes ha habido que superar grandes dificultades y muchos momentos complicados.

El 13 de enero de 2012, el crucero de turismo “Costa Concordia” sufrió un accidente después de golpear el casco contra las piedras, en una maniobra de aproximación a la isla de Giglio, que resultó funesta, pues rasgó el costado de babor y se abrió una brecha de unos 70 metros. Para evitar su hundimiento, el buque invirtió el rumbo y quedó acostado y semihundido sobre la banda de estribor. A bordo, entre pasajeros y tripulantes, viajaban unas cuatro mil personas y se registraron 32 muertos. El capitán Schettino se encuentra enjuiciado por homicidio múltiple.

Fotos: Reuters y La Stampa 

Juan Carlos Díaz Lorenzo

Los técnicos que dirigen la operación de reflotamiento del buque “Costa Concordia” se muestran optimistas y todo hace pensar que mañana se escribirá el capítulo final de este episodio extraordinario, que comenzó el 13 de enero de 2012. A pesar de que la pasada madrugada ha reinado el mal tiempo en la zona, se confía que a la puesta de sol todo esté listo y se espera que el próximo domingo el extraño convoy llegue al puerto de Génova, donde el buque será desguazado.

Todavía quedan por reflotar 18 metros y se confía en que será posible hacerlo en las próximas horas. “No hay que tener prisa, es importante hacerlo bien”, dicen los responsables de la operación, que forma parte de los anales en el sector a nivel mundial. El remolque tampoco es una operación al uso, por lo que se están tomando medidas especiales. El que está irritado, según leemos en la prensa italiana, es el alcalde de Giglio, Sergio Ortelli, preocupado porque pueda suceder cualquier imprevisto. Los políticos son así, mientras los técnicos hacen su trabajo.

Panorámica del buque «Costa Concordia» en el tramo final de su reflotamiento

Foto: Reuters

Juan Carlos Díaz Lorenzo

La ingeniería naval y la ciencia que rodea el salvamento marítimo han dado muestras, una vez más, de su impresionante capacidad. De acuerdo con las previsiones, el buque “Costa Concordia” sigue emergiendo y ya lo ha hecho 11 metros y la cubierta número 4 está fuera del agua. El fuerte viento reinante en la zona está retrasando la decisión final para sacarlo de la costa de la isla de Giglio, donde naufragó parcialmente el 13 de enero de 2012 y se ha detectado un ligero derrame de combustible, aunque no es preocupante.

La operación de reflotamiento comenzó el 14 de julio, después de que con anterioridad se hubiera conseguido adrizarlo. En el costado de babor ya se puede leer el nombre del buque. Paralelamente circulan en las redes sociales fotografías del estado en el que se encuentra, algunas de las cuales acompañan esta información. Está previsto su remolque a Génova, donde posteriormente se procederá a su desguace, treinta meses después del fatídico accidente, que provocó 32 muertos.

Hasta el momento el buque ha emergido once metros

Aspecto de la parte frontal del buque, después de 30 meses bajo el agua

Interior del puente de mando del buque «Costa Concordia»

Ya es visible el nombre «Costa Concordia» en el costado de babor

Prosiguen los trabajos para que emerja por completo antes de su traslado

Vista aérea del buque entre los cajones que han servido para reflotarlo

Fotos: Reuters

Juan Carlos Díaz Lorenzo

El buque italiano “Costa Concordia” ha flotado de nuevo y en los primeros instantes lo ha hecho menos de dos metros, lo que se aprovechó para moverlo unos 30 metros hacia aguas de mayor calado, informa la prensa italiana. Treinta casetones adosados a cada banda del buque, en los que se ha inyectado aire comprimido,  conseguido su objetivo por el momento. Todavía queda trabajo por hacer, hasta el próximo día 21 de julio, en que será remolcado.

Si las previsiones se cumplen, y todo parece indicar que así será, el barco será finalmente reflotado y después de asegurar su flotabilidad, será remolcado a Génova donde se procederá a su desguace en cuatro fases que sumarán 22 meses de trabajo. El grave accidente, en el que perdieron la vida 32 personas, se produjo el 13 de enero de 2012, después de que tocara fondo en la isla de Giglio, convertida desde entonces en el escenario de una de las mayores operaciones de salvamento a nivel mundial.  

En un primer momento el barco ha flotado menos de dos metros para moverlo de sitio

Foto: Reuters

Juan Carlos Díaz Lorenzo

La primera parte del singular desafío que supone el levantamiento del buque “Costa Concordia” ya se ha cumplido. Desde la pasada madrugada y después de unas 20 horas de trabajo, el barco está otra vez adrizado y descansa sobre una plataforma submarina construida al efecto. Y aunque la operación realizada es importantísima, todavía queda un largo camino por recorrer, que los técnicos estiman conllevará un año, aproximadamente, hasta que el buque abandone su actual emplazamiento.

La operación de levantamiento del buque, escorado unos 65 grados sobre la banda de estribor desde que el capitán Schettino consiguió encallarlo la noche del 13 de enero de 2012 –evitando con ello, sin duda, una tragedia de mayores proporciones–, concluyó a las cuatro de la madrugada hora local y en ese momento  se hicieron sonar las sirenas que anunciaban el éxito del trabajo. Todo son parabienes para los técnicos que dirigen el extraordinario proyecto, que por ahora ha cumplido con las perspectivas. 

El término técnico con el que se conoce esta operación es “parbuckling” y en esta ocasión lo ha hecho posible un consorcio formado entre la compañía norteamericana Titan Salvage y la italiana Micoperi. Por lo que se ha publicado, el coste de la operación se estima en unos 600 millones de dólares y está dando trabajo a medio millar de personas, en su mayoría técnicos especializados en salvamento.

Al menos dos zonas de la banda de estribor presentan daños importantes

Las imágenes del barco nos permiten apreciar los destrozos que ha sufrido el barco en la banda de estribor, en la que dos zonas están muy dañadas debido al aplastamiento sufrido en el momento del vuelco y la permanencia de 20 meses en esa posición bajo el agua. En las primeras horas se vivieron los momentos más críticas, lo que retrasó el inicio de los trabajos, pues se trataba de separar el costado de las rocas y asegurar que el levantamiento transcurriera sin sorpresas.

Dado el destrozo ocasionado en el costado de estribor, se prevé que sea un problema añadido para la colocación de 15 cajones que actúan como flotadores-estabilizadores similares a los instalados en la banda de babor. Cuando finalice su instalación, un sistema neumático procederá al vaciado del agua y entonces, si toda va bien, se conseguirá de nuevo la flotabilidad y podrá ser trasladado. En esta primera fase, culminada con éxito anoche, unos gatos hidráulicos gigantescos tensaron los cables de acero unidos a la parte superior de los cajones y de las plataformas instaladas en la banda de babor, mientras que otros cables conectados a trece torretas en la banda de estribor trataban de mantener el equilibrio.

Se ha informado de que no se han producido vertidos, aspecto que preocupa mucho a la población de la isla de Giglio, que vive en parte de la actividad turística. Como se ha publicado, todavía queda un largo camino por recorrer para asegurar la flotabilidad del buque y su traslado a un puerto cercano que permita su desguace. Lo prioritario, en estos momentos, es rescatar los cuerpos de dos personas que figuran como desaparecidas, que corresponden a una pasajera y un tripulante. 

Foto: Reuters (corriere.it)

¡Posición vertical!

septiembre 17, 2013

Juan Carlos Díaz Lorenzo

El equipo que dirige la operación de reflotamiento del buque “Costa Concordia” ha conseguido su objetivo y después de 20 horas de trabajo y muchos meses de estudios y preparación, el casco ha alcanzado el grado 0, es decir, posición vertical. Poco antes de medianoche, el buque se había levantado 25 grados de los 65 en que se encontraba acostado y en la madrugada se consiguió adrizarlo.

Culmina con éxito la primera parte de la operación de reflotamiento, pues ahora hay que hacer trabajos similares en la banda de estribor a los realizados en la banda de babor, con la finalidad de asegurar el traslado del buque. Con el barco en posición vertical, lo primero que se hará es tratar de recuperar los cadáveres de dos desaparecidos, que se sumarán a los 30 muertos del siniestro. 

En plena madrugada, el casco del buque «Costa Concordia» había reflotado

Foto: AFP

Juan Carlos Díaz Lorenzo

En una obra de ingeniería naval sin precedentes, los equipos que se ocupan del reflotamiento del buque “Costa Concordia” comenzaron esta mañana su espectacular trabajo, que tiene la emoción contenida del sector a nivel mundial.  A la hora en que escribimos esta crónica, las imágenes que hemos visto por televisión y en la cámara web en directo, permiten apreciar que el casco se había levantado 13 grados sobre la banda de estribor (19 h local), de los 65 grados en que ha estado acostado desde la fatídica noche del 13 de enero de 2012, en que tocó fondo en la costa de la isla de Giglio.

La operación de salvamento tiene un coste de unos 600 millones de dólares y en ella toman parte medio millar de personas de las compañías Titan Salvage y Micoperi y un considerable elenco de equipos técnicos especializados en este tipo de siniestros, aunque algunos de ellos se están probando por primera vez, pues nunca antes se había presentado la opción del salvamento de una pieza de un buque de estas características, que mide 290 m de eslora y tiene un registro de 112.000 toneladas brutas. Han transcurrido veinte meses y si todo va bien, como se presupone, el barco volverá a flotar en las próximas horas y ello permitirá recuperar los cadáveres de dos desaparecidos. El siniestro se cobró la vida de 30 personas.  

El trozo de casco que se ha levantado se diferencia claramente por el color oscuro

Foto: corriere.it

Juan Carlos Díaz Lorenzo

Salvamento Marítimo ha reforzado con un tercer remolcador las labores para intentar reflotar a los dos buques portacontenedores encallados en la costa de El Saler, Valencia, tras el fortísimo temporal registrado en la noche del pasado viernes, que los ha dejado literalmente en seco y varados en un banco de arena. Por lo que hemos escuchado en los informativos televisivos de hoy, se trata de dragar un canal para favorecer la entrada de agua y que tenga calado suficiente para reflotar.

Los buques varados son “BSLE Sunrise” (5.988 GRT), abanderado en Panamá y construido en 1992, tiene 18 tripulantes a bordo y está cargado de tubos, mientras que el buque “Celia” (6.264 GRT), abanderado en Antigua & Barbuda y construido en 2005, lleva 12 tripulantes y está cargado con contenedores vacíos, en su mayoría de Maersk, por lo que hemos visto en las imágenes. Los trabajos tratan de enfilar la proa de los barcos a mar abierta.

Los dos buques han quedado muy próximos a la playa

El buque «Celia» está cargado de contenedores vacíos

Los remolcadores “Punta Mayor” y “SAR Mesana” intentan desde que amainó el temporal ponerlos a flote, pero los trabajos se antojan más complicados de lo inicialmente previstos. El buque “BSLE Sunrise” ha sido desplazado unos 45 metros y 90 grados respecto de su posición original. La presencia de los dos buques se ha convertido en un atractivo para muchas personas, mientras otras miles pasan apuros, necesidades y profundas tristezas tras los devastadores efectos del temporal.

Fotos : Agustín Alapont Manuel Hernández Lafuente