Juan Carlos Díaz Lorenzo

La Asociación Orden del Cachorro Canario, cuyo lema se titula “rescatar, vivir, transmitir y defender nuestra identidad canaria, simbolizada externamente en el sombrero de ala” típico de nuestra tierra, así como practicar “la generosidad, el altruismo, la cordialidad, la creatividad, el espíritu de servicio y la difusión del patrimonio cultural canario sin ánimo de lucro”, rinde hoy homenaje a dos de sus miembros, ya fallecidos: Feliciano García García y Tomás González Sánchez-Araña.

Esta tarde, a las 20 horas, se celebrará una misa gomera en el Santuario del Cristo de La Laguna, que oficiará su rector, Carlos González Quintero. Después, en el restaurante «Casa Juanito», en La Esperanza, habrá una cena organizada por los directivos de la citada Asociación y coordinada por José Miguel Ramos Noda, en memoria de ambos homenajeados.

Feliciano García García nació el 20 de noviembre de 1945 en Porís de Abona (Arico), en el seno de una familia eminentemente marinera. Licenciado y doctor en Marina Civil por el Centro Superior de Náutica y Estudios del Mar de la Universidad de La Laguna, en la especialidad de máquinas navales, ejerció funciones de catedrático en dicho centro, en el que años antes hecho sus estudios. Su etapa de alumno, oficial y jefe de máquinas transcurrió en CEPSA y entre otros barcos navegó en los petroleros “Talavera” y “Bruch”.

Feliciano García García (1945-2010) y su nieto Héctor

Tuvo una etapa política, en la que le tocó vivir el recibimiento en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, en marzo de 1980, de los náufragos del petrolero “María Alejandra”, del que su hermano Cayetano es uno de los supervivientes. Tuvo otra etapa de empresario en reparaciones navales y por espacio de algo más de quince años estuvo muy involucrado en el mundo de las energías renovables, a las que dedicó gran parte de su vida, incluso cuando la salud comenzó a fallarle.

Formaba parte del comité científico de la revista “Investigaciones marítimas” y era asesor experto de AENOR, ANEP del MICINN y APPA. Una iniciativa en la que tenía puestas muchas esperanzas era la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN), de la que era secretario del Comité Científico, lo cual llevó a participar en muchas iniciativas energéticas aportando su experiencia para la toma de decisiones de cierta importancia.

Una de sus preocupaciones era dotar a Canarias de una independencia energética para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y para asegurar su futuro en dicha materia. Pertenecía al grupo de investigación INGEMAR/ULL y por ello estaba inmerso en el impulso de tecnologías de energías renovables, sobre todo la eólica, tales como la utilización de grandes petroleros en expectativa de desguace para la desalinización de agua de mar con un sistema híbrido autónomo; estudio de viabilidad de implantación de parques eólicos off-shore en aguas de la Zona Económica Exclusiva; utilización de las energías renovables en la desalinización de agua de mar por ósmosis inversa para el abastecimiento de agua potable y riego agrícola y su aplicación específica en el municipio de Arico, su pueblo natal, entre otros. Escribió numerosas publicaciones en revistas científicas y participó en infinidad de proyectos tanto nacionales como europeos.

Aquejado de problemas coronarios, consiguió un trasplante de corazón en una intervención quirúrgica realizada en Madrid, que resultó exitosa según el veredicto médico, si bien, posteriormente, se produjeron complicaciones que provocaron su fallecimiento el 12 de junio de 2010, a la edad de 64 años.

Casado con Dulce María Reyes Hernández, tiene descendencia en su hija Carolina Dulce. “En el terreno privado –dice su esposa- era un ser humano magnífico, un padre ejemplar, gran amigo, amaba la vida y mientras pudo disfrutó de muchos de los placeres mundanos (la buena mesa, viajar…) y por ello, aunque se fue demasiado pronto, lo quedó mucho por hacer, aunque consiguió más que otros en más años de vida”.

Feliciano García García era un canario de pura cepa que se preocupaba por todo lo referente a su tierra y el progreso de sus islas. Se cuenta la anécdota de que el mismo día que le avisaron de que tenía un corazón idóneo para trasplantarle, después de más de dos años de espera, se encontraba en una conferencia en Madrid en la que presionó de tal modo que consiguió en Canarias quedara incluida en unos planes de energías renovables.

Tomás González Sánchez-Araña

Tomás González Sánchez-Araña nació el 2 de octubre de 1940 en Las Palmas de Gran Canaria, en el seno de una familia de marinos, como su padre, Pedro González Márquez y su primo Manuel González Quevedo. Estudió en las Escuelas Pías de Santa Cruz de Tenerife (1951) y en el Instituto “Tomás Morales” de su ciudad natal y después ingresó en la Escuela Oficial de Náutica de esta capital, de la que salió alumno en 1964.

En 1965 ingresó en CEPSA, de tercer oficial en el petrolero “Gerona”. Ascendió progresivamente en el escalafón hasta alcanzar el empleo de capitán, estrenándose en el petrolero “Bruch”. Ostentó, entre otros, el mando de los petroleros “Bailén” (1º), “Hespérides”, “Talavera” (1º), “Gerona” (1º) “Zaragoza” (2º), “Albuera” (1º), “Albuera” (1º), “Astorga” (1º), “Moncloa” y “Arapiles” (2º).

Por medio hubo un paréntesis de cuatro años en CEPSA y mandó el ferry “Benchijigua”, de Ferry Gomera, entre octubre de 1974 y septiembre de 1977 y el catamarán “Alisur Amarillo”, de Alisur. Relevó en varias ocasiones, con carácter interino, a Salvador Casanova en su cargo de práctico del puerto de San Sebastián de La Gomera.

Tomás González Sánchez-Araña (1940-2012)

Sus expectativas de conseguir plaza de práctico titular se vieron frustradas, por lo que volvió de nuevo a CEPSA como primer oficial de los petroleros “Gerona”, “Valencia” y “Lérida”. En abril de 1988, cuando se vendió la flota, pasó de capitán a Maersk España y desempeñó el mando de los petroleros “Maersk Gerona”, Maersk Valencia” y “Maersk Lérida”. En resumen, fue oficial y capitán de buques petroleros durante más de 27 años y de ellos, quince de capitán al mando de 16 buques petroleros de crudo y productos refinados.

La creación de la Sociedad Estatal de Salvamento (SASEMAR) permitió al capitán Tomás González Sánchez-Araña la oportunidad de trabajar en el ente público desde sus inicios (octubre de 1993), desempeñando durante doce años la jefatura de la torre de control de Tráfico Marítimo de Santa Cruz de Tenerife.

Asumió responsabilidades importantes en la primera etapa del Plan Nacional de Salvamento en Canarias, que tanto ha beneficiado a la comunidad naval y marítima con su presencia y sus actuaciones salvando vidas humanas en todo tipo de circunstancias. Es llamativo que el ente al que dedicó tantos esfuerzos, SASEMAR, le haya negado el reconocimiento justo y merecido, no así la Cruz Roja Española ni la Liga Naval Española, que le distinguieron con la Medalla de Plata y el Ancla de Oro, respectivamente.

Después, cuando llegó la jubilación, en octubre de 2005, compartió su vida entre Candelaria, Hermigua (pueblo natal de su segunda esposa, Sole Méndez Cabrera) y Zamora, donde vive su hija Susana y su yerno Domingo. Estaba feliz y orgulloso de su nieto Darío. En los últimos años nos honró en diversas ocasiones con sus artículos sobre diferentes etapas de su vida marinera, que hemos publicado con mucho gusto en nuestra página web.

Un día se supo enfermo y le plantó cara a la nueva situación con decisión y energía, ejemplo de valor y coraje, afrontando sus sesiones de “quimiquera”, como él decía, con bastante optimismo. Capeó en las mejores condiciones posibles su nueva situación y nos sorprendió gratamente cuando le vimos muy recuperado y con unas ansias de vivir tremendas. Tuvimos ocasión de compartir mesa y mantel en su casa, con Sole y en el Casino de Tenerife, con Manuel Marrero, pues ambos se conocían de su vida profesional en CEPSA y Trasatlántica y hacía 25 años que no se encontraban.

Sin embargo, después de Semana Santa, a la vuelta de viaje de La Gomera, la enfermedad se recrudeció y comenzó la cuenta atrás. Le vimos por última vez el Día de Canarias, en su habitación hospitalaria. Mantenía aún su lucidez y a pesar de sus evidentes dificultades motrices, nos comentó detalles y anécdotas de su vida profesional.

Al despedirnos, Tomás quedó plácidamente acostado para “dormir la siesta del contramaestre”. Supimos, entonces, que cuando despertara y subiera de nuevo al puente, ordenaría maniobra, largando proa y popa, virando cadena y con la ayuda de la máquina se abriría del muelle para dar avante y, después, entre puntas, enfilaría rumbo a mar abierta en la que desde la mañana del 5 de junio de 2012 navega en plena libertad, en su último y eterno viaje. Contaba 71 años.

Feliciano y Tomás, Tomás y Feliciano, dos viejos y buenos amigos de los que disfrutamos de su amistad y de sus conocimientos, están presentes en nuestra memoria. Y también en nuestra sincera y emotiva expresión de gratitud. Con ambos compartimos momentos inolvidables de diverso signo y siempre nos acompaña la satisfacción inmensa de haberles conocido.

Fotos: Dulce María Reyes Fernández y Juan Carlos Díaz Lorenzo

Ejemplo de valor y coraje

febrero 5, 2012

Juan Carlos Díaz Lorenzo

En estos días hemos tenido la inmensa satisfacción de compartir una velada entrañable con el capitán Tomás González Sánchez-Araña y su esposa, Soledad Méndez, tras conseguir recalar a buen puerto, al resguardo de la vida, después de un año de singladuras difíciles, capeando los temporales más duros con los que jamás se había enfrentado. Lo ha hecho en las mejores condiciones posibles, con buen calado y francobordo y hoy tiene y mantiene una sonrisa y la expresión sincera en su rostro de su talante entrañable.

El amigo Tomás nos dijo el mismo día en que le diagnosticaron un cáncer que iba a capear el temporal que se le avecinaba como nunca lo había hecho hasta entonces. Y nosotros, que conocemos su vida marinera, su arrojo y su valentía, sabíamos a ciencia cierta que lo iba a hacer con todo su esfuerzo, su gran capacidad y su mayor tesón. Y así ha sido.

Tomás y Sole, un esfuerzo compartido y bien respaldado

Hace unos días, los doctores que le han atendido en el Hospital La Candelaria, donde ha recibido el tratamiento correspondiente, le han dado el alta médica y ahora toca hacer las revisiones periódicas. Durante todo este tiempo nos hemos mantenido en permanente contacto. Sin duda, el que las cosas hayan salido bien se debe, asimismo, al empeño y la dedicación constante y permanente que ha puesto Sole, abnegada y entregada en todo tiempo y circunstancia.

Tomás tiene de nuevo su voz clara y su expresión vital latente. Su alegría es un canto a la vida. Sus ganas de vivir y sus ansias de emprender nuevas singladuras, oteando la línea del horizonte desde Las Caletillas o desde Hermigua, o quizás desde las tierras anchas y llanas de la castellana Zamora. Da igual. Lo importante, lo realmente importante, es mantener el rumbo correcto y seguir compartiendo singladuras emocionales, una forma de disfrutar de su amistad, su experiencia y sus conocimientos en CEPSA, Fred. Olsen, Alisur y en Salvamento Marítimo. Una escuela de sabiduría náutica inagotable.

Con un loro que vino de Venezuela, en sus años de mar y barcos

Fotos: Juan Carlos Díaz Lorenzo

Juan Carlos Díaz Lorenzo

Con especial satisfacción reseñamos la noticia de la reciente entrega de la Medalla de Plata de Cruz Roja Española al capitán Tomás González Sánchez-Araña, en el transcurso de un acto celebrado el pasado 11 de noviembre en el Teatro Leal de La Laguna, en el que fueron entregadas distinciones a otras personas e instituciones.

El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero Baute; la delegada del Gobierno en Canarias, Dominica Fernández; el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior Navarro; el alcalde de la ciudad de La Laguna, Fernando Clavijo; y el presidente de Cruz Roja Española, Juan Manuel Suárez del Toro, figuraron entre las autoridades presentes, así como Jerónimo Saavedra Acevedo, que también fue distinguido por la Cruz Roja Española con la medalla de oro.

En realidad fueron dos reconocimientos, pues además de la Medalla de Plata de la Cruz Roja Española recibió también el Ancla de Oro de la Liga Naval Española, con lo que se reconoce, en parte, la extraordinaria labor durante la etapa en la que fue director de la torre de control de Salvamento Marítimo en Santa Cruz de Tenerife.

El capitán Tomás González Sánchez-Araña (Las Palmas, 1941) tuvo a su cargo responsabilidades importantes en la primera etapa del Plan Nacional de Salvamento en Canarias, que tanto ha beneficiado a la comunidad naval y marítima con su presencia y sus actuaciones salvando vidas humanas en todo tipo de circunstancias. Es llamativo que el ente al que dedicó tantos esfuerzos, SASEMAR, le haya negado el reconocimiento justo y merecido, no así la Cruz Roja Española ni la Liga Naval Española.

Tomás González Sánchez-Araña, que acaba de capear en las mejores condiciones posibles el temporal más duro de su vida, desempeñó su carrera profesional en la flota de CEPSA, en la que fue alumno, oficial y capitán; así como capitán de Ferry Gomera, Alisur y Maersk España.

Tomás González Sánchez-Araña y Jerónimo Saavedra Acevedo, viejos amigos, se reencontraron en el acto

Foto de familia de los distinguidos por la Cruz Roja Española con el presidente del Gobierno de Canarias

Medalla de Plata de la Cruz Roja Española

Ancla de Oro de la Liga Naval Española