Juan Carlos Díaz Lorenzo

Ha sido visitante distinguido de algunos puertos canarios, Marruecos y Funchal durante varias semanas. El pasado sábado, 30 de abril, el buque de cruceros Empress realizó su última escala de temporada en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, preparándose ahora para emprender la campaña de verano en el norte de Europa.

Este buque, propiedad de Pullmantur y orientado al público español y portugués, ha cumplido razonablemente bien durante su circuito, según nos informan algunos pasajeros que efectuaron el viaje de Semana Santa, pese al mal tiempo entre Marruecos y Madeira. Buenas instalaciones para un buque de su tamaño y buen servicio a bordo. Eso lo deseable, siempre. Nos alegra que la apuesta de Pullmantur haya tenido éxito.

El buque "Empress" arriba a Tenerife en su última escala de temporada

Es un barco bonito y bien proporcionado para su tamaño

Visto de proa, mientras maniobra para atracar estribor al muelle

Fotos: Antonio Sáez

Juan Carlos Díaz Lorenzo

Concluyó con la escala de ayer la campaña invernal del crucero italiano AIDABlu, visitante asiduo cada sábado del puerto de Santa Cruz de Tenerife, su puerto base durante toda la temporada. El citado buque, propiedad de AIDA Cruises –una de las compañías del Grupo Carnival- está preferentemente orientado al mercado alemán.

Ha sido una campaña provechosa, en la que todo se ha desarrollado con normalidad, a excepción de algunos malos tiempos en diciembre, propios de esa época del año. Para la próxima campaña estará operativo su gemelo AIDAsol, de nueva construcción y recientemente entregado a sus armadores.

A su salida del puerto tinerfeño a las 20 horas, siguió viaje a Funchal doblando Punta Anaga y esta noche continuará viaje a Hamburgo, donde quedará posicionado para el comienzo de su campaña de verano. En el muelle sur compartió atraque con el crucero Empress, de la flota de Pullmantur y con la “ñ” de España en su chimenea.

El crucero "AIDABlu" dobla la punta del muelle sur

El crucero "Empress", con "ñ" de España en su chimenea

Fotos: Juan Carlos Díaz Lorenzo

Juan Carlos Díaz Lorenzo

La situación inestable que se vive en Túnez ha provocado que la compañía de cruceros de turismo Pullmantur haya alterado el itinerario habitual de su buque Sovereing, sustituyendo la escala en La Goulette por Palermo. Dicho buque realiza un periplo semanal denominado “Brisas del Mediterráneo”.

El citado crucero, que tiene bastante aceptación, tanto por precios como por el itinerario, sale cada sábado de Barcelona y hace escalas en Villefranche (Mónaco), Livorno (Florencia / Pisa), Civitavecchia (Roma), Nápoles y La Goulette (Túnez), desde donde regresa directo de Barcelona después de día y medio de viaje.

El crucero "Sovereign", atracado en Palma de Mallorca

Foto: Manuel Moreno Martínez (www.baixamar.com)

Juan Carlos Díaz Lorenzo

Con pocos días de diferencia han hecho escala en el puerto de Santa Cruz de Tenerife dos buques gemelos: Azamara Journey y Nautica. Del primero ya nos referimos en su momento y ahora lo hacemos del segundo, que arribó ayer en su primera escala procedente de Casablanca en viaje a Dakar.

A bordo 635 pasajeros, en su mayoría de nacionalidad norteamericana y 350 tripulantes. Para festejar la ocasión, los turistas fueron recibidos a pie de escala con flores, planos y mapas de la ciudad, a cargo de informadores turísticos.

El buque es propiedad de Oceania Cruises y tiene diez años de existencia. Entró en servicio en enero de 2000 con el nombre de R Five y es el quinto de una serie de ocho buques contratados por Renaissance Cruises. Posteriormente, la sociedad armadora entró en quiebra y el barco estuvo una temporada al servicio de Pullmantur.

Es un buque de 30.277 toneladas brutas y mide 181 metros de eslora total, 25,46 de manga y 5,80 de calado. Es la construcción número P31 de los astilleros de St. Nazaire (Francia) y tiene capacidad para 702 pasajeros. Está propulsado por cuatro motores Wärtsila 12V32, con una potencia de 13.500 kw y una velocidad de 18 nudos. Código IMO 9200938.

El crucero arribó a Tenerife con las primeras luces del día

Detalle de la chimenea y la contraseña de la compañía

Es la primera vez que este buque estuvo en Tenerife con su actual nombre

Fotos: Antonio Sáez

Juan Carlos Díaz Lorenzo

De nuevo tenemos que ocuparnos de Pullmantur y de su reiterado fracaso, esta vez con el buque Atlantic Star, que ayer suspendió su viaje cuando se encontraba en el puerto de Arrecife de Lanzarote, con 1.504 turistas a bordo. En esta ocasión, según se ha informado, ha sido una avería eléctrica de notable importancia, la que ha imposibilitado su arreglo y provocó la suspensión del crucero.

El director de Operaciones de Pullmantur, Andrés Molina, hace lo que puede y le toca bailar con la más fea, dando la cara ante los pasajeros y la opinión pública. Pero la realidad es la que es, y el buque Atlantic Star, que sustituyó al buque Pacific Dream, también averiado hace casi un mes, ha empañado aún más, si cabe, la imagen de esta  compañía de cruceros, que si ya lo tenía difícil, ahora lo tiene mucho más complicado.

La avería, según explicó el director de Operaciones, tiene su origen en una falta de suministro eléctrico en algunas áreas de la zona hotelera del barco. En ningún momento hubo situación de riesgo para los pasajeros y los tripulantes, como tampoco para el barco.

El buque de cruceros "Atlantic Star" fue construido en 1984

Casi un millar de turistas en su mayoría nacionales -926, para ser exactos- habían embarcado en el puerto de Málaga y el resto lo había hecho en Lisboa. La compañía garantiza –qué remedio le queda- el reembolso total del importe abonado por el viaje y ofrece un 50 % de descuento para un futuro crucero y, al mismo tiempo, ha puesto a disposición de los pasajeros tres aviones para regresar a Málaga y Lisboa.

El 13 de agosto, a los cruceristas del buque Pacific Dream les pasó tres cuartos de lo mismo: una avería a bordo de gran calado precipitó el final del crucero y acabó frustrando las vacaciones de sus pasajeros. A los pasajeros que ese día tenían previsto embarcar en Lisboa se les ofreció la alternativa de traerlos a Tenerife para disfrutar de un hotel de cinco estrellas. A los que no aceptaron esta opción se les reembolsaría el dinero del viaje, o la posibilidad de hacer un crucero en otro barco de la compañía, con parecido itinerario.

El barco se dirigió a Málaga y después a Marsella, para efectuar reparaciones. El viaje, de una semana, tenía programadas escalas en Casablanca, Agadir, Lanzarote, Lisboa, Gibraltar y Málaga, en un itinerario denominado “Joyas del Atlántico”, el mismo que realizaba el buque Atlantic Star.

Como ya habíamos dicho, aunque la posibilidad de una avería siempre está presente, sea el tipo de barco que sea, una incidencia de esta naturaleza, que obliga a la cancelación de un viaje, provoca serios inconvenientes y daños a la imagen de la compañía. En el caso de Pullmantur, además, es un golpe seco a su proyección y la sitúa en clara desventaja con la competencia.

Y es una pena. Pullmantur es una empresa que merece todos nuestros respetos, y en ella el mercado español y portugués ha encontrado un espacio, pero mucho nos tememos que este segundo golpe será mucho más difícil de encajar y aún de superar.

Foto: Philippe Brebant (www.faktaomfartyg.com)

Juan Carlos Díaz Lorenzo

Pullamantur es una empresa que, a pesar de sus buenas intenciones, no tiene buena estrella. El 13 de agosto, una avería de su buque Pacific Dream precipitó el final del crucero que acabó frustrando las vacaciones de sus pasajeros.

A los cruceristas que ese día tenían previsto embarcar en Lisboa se les ofreció la alternativa de traerlos a Tenerife para disfrutar de unos días en un hotel de cinco estrellas. A los que no aceptaron esta opción se les reembolsaba el dinero del viaje, o la posibilidad de hacer un crucero en otro barco de la compañía, con parecido itinerario, pero el daño ya estaba hecho.

El barco viajó a Málaga y después a Marsella, para efectuar reparaciones. El viaje, de una semana, tenía programadas escalas en Casablanca, Agadir, Lanzarote, Lisboa, Gibraltar y Málaga, en un itinerario denominado “Joyas del Atlántico”.

Aunque la posibilidad de una avería siempre está presente, sea el tipo de barco que sea, una incidencia de esta naturaleza, que obliga a la cancelación de la programación, provoca serios inconvenientes y daños a la imagen de la compañía. En el caso de Pullmantur, además, es un golpe seco a su proyección y la sitúa en clara desventaja con la competencia. Y es una pena. Pullmantur es una empresa que merece todos nuestros respetos, en la que el mercado español ha encontrado un espacio apreciable. Tendrá que remontar y seguir adelante, sin mirar atrás.

"Pacific Dream", uno de los barcos de cruceros de Pullmantur

Foto: sergio@cruises