Juan Carlos Díaz Lorenzo

Se complica el panorama en las operaciones de rescate de posibles supervivientes a bordo del crucero de turismo italiano “Costa Concordia”. Los trabajos se han suspendido después de que se haya producido un deslizamiento del buque, informa la edición digital del periódico «La Repubblica.it»  y el anuncio de un temporal para las próximas horas dificultará todavía más la situación.

Hasta el momento han sido rescatados seis cadáveres, entre ellos un ciudadano español de 68 años, Guillermo Gual, residente en Palma de Mallorca. Quedan por localizar diez pasajeros y seis tripulantes. El drama adquiere tintes trágicos, pues algunos de los fallecidos viajaban con sus familiares. A medida que transcurren las horas, los equipos de rescate son pesimistas con el resultado de su trabajo, pero la esperanza es lo último que se pierde.

El barco comenzó a escorarse a las dos de la madrugada

Las autoridades italianas abordan con gran preocupación el problema desde varios frentes, pues además del rescate de los desaparecidos, otra amenaza se cierne en estos momentos: la extracción de casi 2.400 toneladas de combustible puede complicarse y se trata de evitar a toda costa un posible derrame al mar, con efectos medioambientales catastróficos para la isla de Giglio.

En las últimas horas, tanto en los medios informativos como en youtube es posible ver videos grabados por los pasajeros, en los que se aprecia la aparente tranquilidad de los primeros momentos al pánico de quienes esperan el rescate, en unas horas que se hacen interminables. Alguien de la tripulación habló en nombre del capitán para informar de la existencia de un fallo eléctrico que provocó un apagón y que la situación estaba bajo control.  Pero las cosas fueron a peor y el momento crítico llegó cuando el barco comenzó a escorarse a estribor. El pánico en esos momentos resultó incontrolable.

Foto: Giorgio FanciuliDaniele Guarguaglini

Juan Carlos Díaz Lorenzo

La noticia se produjo hace unos días, el pasado 15 de mayo. El remolcador V. B. Antártico se hundió cuando navegaba frente a las costas de Portugal, en viaje de Cartagena a La Coruña, remolcando tras su estela al dique cajonero Tarifa Primero.

Por lo que hemos leído en la prensa gallega y publica también el presidente de la SEWSS, Jaime Pons Pons, en su página web http://www.baixamar.com, el citado remolcador, abanderado en Panamá, se hundió a consecuencia de una vía de agua, resultando ilesos los 11 tripulantes que iban a bordo.

El 11 de mayo, el remolcador V.B. Antártico fondeó en Finisterre quedando el remolque a cargo del remolcador Charuca Silveira, y al día siguiente entró en Corcubión para repostar combustible. Tras concluir las operaciones se dirigió de nuevo al fondeadero para hacerse cargo de nuevo del remolque el día 13.

El naufragio se produjo a unas 70 millas al oeste de la localidad lusa de Povóa de Varzim. Por lo que ha trascendido, el remolcador perdió el remolque y al intentar recobrarlo chocó contra el dique cajonero, lo que le provocó la vía de agua que acabó con su hundimiento.

La llamada de socorro fue captada en el Centro de Coordinación de Búsqueda y Salvamento (MRCC) de Lisboa sobre las diez y media de la mañana. Ello permitió radiar las indicaciones correspondientes a los buques que se encontraban más próximos, para que acudieran en su ayuda, haciéndolo los mercantes Artic Voyager y Elizabeth, que rescataron a los tripulantes del remolcador hundido en dos balsas salvavidas. El primero recogió a siete personas y los desembarcó en el puerto de Brest, mientras que el segundo recogió a los cuatro restantes y los llevó hasta su siguiente escala en Amberes.

Histórica foto del "V.B. Antártico" entrando en Corcubión, tres días antes de su naufragio

Hasta hacía muy poco, el remolcador había estado al servicio de Salvamento Marítimo

Salvamento de Portugal envió  al lugar del hundimiento a la patrullera lusa NRP Zaire y a un avión CN-295 de la Fuerza Aérea Portuguesa, que prestaba auxilio en el naufragio del velero Zara, hundido a unas 250 millas al oeste de Lisboa y que permitió el rescate de los cuatro tripulantes alemanes que viajaban a bordo.

En el caso del remolcador V. B. Antártico, de los once tripulantes, uno es español y diez son cubanos. Este buque había pertenecido hasta hacía muy poco tiempo al servicio de Salvamento Marítimo y tenía bandera del segundo registro, figurando inscrito en la matrícula naval de Santa Cruz de Tenerife. Al finalizar dicho contrato, el remolcador pasó a bandera panameña y tomó el remolque del dique cajonero Tarifa Primero, que ha provocado su naufragio, lo cual ha hecho saltar algunas sospechas.

Boluda Corporación Marítima emitió un escueto comunicado en el que dice que el accidente ocurrió “por motivos impredecibles y debido al mal tiempo”. Como consecuencia de ello se produjo el hundimiento de la embarcación, sin que hubiera ningún tipo de contaminación marina.

El buque hundido tenía 34 años y desde 1998 pertenecía a la flota de Boluda Off Shore, en la que ostentó los nombres de V.B. Índico y V.B. Antártico, este último desde agosto del citado año. El 10 de octubre de 2004, el buque de esta crónica acudió en ayuda del ferry Bahía de Málaga, que había embarrancado en una escollera en la maniobra de entrada en el puerto de Denia, con 87 personas a bordo.

Una inspección submarina del casco del buque permitió comprobar que éste no había sufrido daños de importancia, por lo que se procedió por una empresa especializada por cuenta del armador y del seguro P&I a la extracción de los tanques de unos 140.000 litros de combustible. Posteriormente, el barco fue liberado de su varada por el remolcador de salvamento V.B. Antártico, atracando en el puerto por sus propios medios.

El 26 de diciembre de 2004, los remolcadores Remolcanosa Ochenta y V. B. Antártico acudieron en ayuda del buque Rialto, de bandera panameña, que se había quedado sin máquina por avería al norte de la isla de Menorca, en  medio de un fuerte temporal. El barco logró fondear y posteriormente fue remolcado a lugar seguro por los remolcadores citados, aunque ambos rompieron sus cables de remolque en la operación. El remolcador V.B. Antártico sufrió una avería grave en uno de los ejes propulsores.

Había sido construido en 1977 en los astilleros Matsuura Tekko Zosen K.K., en Higashino (Japón) y entró en servicio con el nombre de Shoei Maru Nº 82. En 1978 fue adquirido por la compañía panameña International Transport Santana Inc. y rebautizado Santania y así transcurrieron otros veinte años.

De 981 toneladas brutas, 207 toneladas netas y 910 toneladas de peso muerto, medía 55 m de eslora total -50 m entre perpendiculares-, 11,20 m de manga, 5,21 m de puntal y 4,83 m de calado. Hasta su adquisición por Boluda Off Shore estuvo propulsado por motores Fuji Diesel, que posteriormente le fueron sustituidos por dos motores Wärtsila 8R32E, con una potencia de 8.160 caballos y un tiro de 95,60 toneladas. Código IMO 7724825.

Fotos: Aquiles (www.baixamar.com)