Último intento para preservar el histórico trasatlántico “United States”
febrero 8, 2012
Juan Carlos Díaz Lorenzo
El histórico trasatlántico “United States”, llamado cariñosamente “Big U”, afronta en este año una serie de acontecimientos que podrían ser definitivos para la salvación de este buque emblemático. El próximo 3 de julio se cumplirán 60 años de la primera travesía por el Atlántico Norte en la que conquistó el mítico “gallardete azul”, convirtiéndolo entonces en el buque de pasajeros más veloz del mundo.
Una organización denominada «SS United States Conservancy« prepara un calendario de actos, que incluye la presentación de un nuevo documental titulado “United States: made in América” que remueva la conciencia nacional para lograr una mayor involucración, la captación de más donantes y socios para evitar que el buque, finalmente, acabe en el desguace. Para ello se han dado como plazo hasta finales de este año.
Hace unos meses, la citada USS United States Conservancy –presidida por Susan Gibss, nieta del ingeniero William Gibbs, autor del diseño del trasatlántico- recibió de Gerry Lenfest una generosa donación de 5,8 millones de dólares para atender parte de los gastos que implica la reconstrucción y conservación del citado buque como monumento histórico flotante. En las fotos que acompañan, enviadas por nuestro estimado amigo y colaborador Mario Álvarez-Garcillán, podemos ver el estado exterior en el que se encuentra el emblemático trasatlántico estadounidense.
De una tormenta de ideas han salido propuestas muy llamativas, que pretenden fortalecer la continuidad del buque como centro empresarial, de negocios, museo, hotel flotante y varias posibilidades más. Entre los actos y celebraciones destaca una exposición en la Galería Forbes, en Nueva York; una gala conmemorativa del 60º aniversario del primer viaje, recaudación de fondos para acondicionar el exterior del buque y una ceremonia de iluminación que destace la presencia del “United States”.
Construido en los astilleros Newport News, su construcción comenzó en febrero de 1950. El 23 de junio de 1951 fue botado y el 20 de junio de 1952 fue entregado oficialmente a la United States Lines, momento que representó el punto culminante del orgullo naval norteamericano, representado en un trasatlántico singular.
Es un buque de 53.329 toneladas brutas y son sus principales dimensiones 301,76 m de eslora total, 30,94 m de manga y 9,80 m de calado máximo. Ocho calderas y cuatro turbinas de vapor Westinghouse, con una potencia de 248.000 caballos sobre tres ejes, le daba una velocidad máxima de 38 nudos. Tenía capacidad para alojar a 1.930 pasajeros y el famoso cruce del Atlántico lo hizo en 3 días, 10 horas y 40 minutos, a una velocidad promedio de de 34,5 nudos.
En octubre de 1969, vencido por la aviación comercial, acabaron los viajes trasatlánticos del “United States”. En febrero de 1973 fue transferido al U.S. Maritime Commision –el barco había sido cofinanciado con fondos de la U.S. Navy- y amarrado en Norfolk. A partir de 1978 surgieron varios intentos para reconvertirlo en crucero de turismo, todos los cuales han fracasado.
Entre 1992 y 1996 permaneció en aguas de Turquía y del Mar Negro y posteriormente fue de nuevo remolcado a EE.UU. El momento más cercano a su costosa reconstrucción se produjo en abril de 2003, cuando fue adquirido por la Norwegian Cruise Line, pero seis años después se abandonó toda intencionalidad y desde su regreso permanece amarrado en Filadelfia.
Fotos: Mario Álvarez-Garcillán
Un barco estupendo que recuerda perfectamente lo que fue una época de la navegación ya pasada. Sería una auténtica pena perderlo. Ojalá se salve y se le pueda llegar a ver exteriormente como todavía hoy podemos ver al «Queen Mary».
Espero que lo puedan restaurar y poder ser visitado. Es historia.
Sí, lo mismo hicieron con el correillo La Palma de restaurarlo y lleva años parado en Santa Cruz. A mi me parece una pena como lo tienen.
No sabía de la existencia aún de este magnífico buque. Evidentemente fue uno de los últimos grandes trasatlánticos de lujo y sería una desgracia que después de 60 años fuera victima del desguace. Y es que el «United States», cuando navegaba, era fastuoso, pero ahora, a pesar de como está, es una joya. ¡12 lustros son mucho tiempo! Espero que ese gran país lo conserve. Las ideas para fortalecer su continuidad son idóneas. Navegar no, esto fue en otros tiempos.
Un barco irrepetible, semejante potencia motriz, creo que tenía especificaciones para ser transformado en transporte rápido de tropas en caso de guerra. Esperemos que lo salven.
A parte de ser un barco sobresaliente en muchos aspectos llama también la atención la vida su creador: William Francis Gibbs.
Este señor a pesar de licenciarse en Derecho por Harvard, desde muy pequeño mostró una pasión absoluta por la ingeniería naval. Nunca llegó a cursar los estudios oficiales para obtener el título y sin embargo creó la firma mas importante de construcción naval de los Estados Unidos, Gibbs & Cox, siendo responsable del diseño de mas del 75% de los navíos que se construyeron durante la Segunda Guerra Mundial. El SS United States fue su sueño desde que empezó a trabajar, un sueño truncado durante muchos años y que finalmente pudo ver realizado en 1952.
Siempre obsesionado con la seguridad y confiado de las secretas prestaciones de su barco el propio Gibbs diría «No le puedes prender fuego, no lo puedes hundir y no le puedes dar caza»
Hoy su nieta Susan Gibbs trabaja para que el barco preferido de su abuelo no acabe desguazado.
El próximo mes de Julio con motivo del 60 aniversario del viaje inaugural del «Big U» se presentará un nuevo libro sobre la vida de este hombre «A man and his ship» escrito por Steven Ujifusa.